35 años después, el Deportivo Cali de Vladimir Popović sigue en la memoria del hincha

Era una persona exigente, con un gusto innato por la táctica. Trotaba a la par del equipo y si se trataba de enseñar alguna jugada en especial, él mismo pateaba. Le gustaba mostrarles a los jugadores cómo quería que le pegaran  a la pelota. Entrenamientos muy exigentes acompañados de frases, mezcladas entre yugoslavo y español. “Como hijo mío, tienes que trabajar mucho para ser el mejor”, decía el serbio.

“Recuerdo mucho su jocosa manera de hablar español. Por cierto, era muy fluido. Él nos decía: “jopa Checho jopa, jopa Valderama, jopa Redín, jopa jopa”. Ese jopa era como una frase de aliento, como diciéndonos que íbamos bien, que teníamos que jugar más o gambetear más”. Recordó Sergio Ángulo, exfutbolista.

‘Popo’, como le decían algunos de sus jugadores, era un tipo muy serio, pero con el sentido de humor que requería. Le gustaba la perfección, incluso llegó a aconsejarles algunos jugadores mejores formas de hablar. Le gustaba que el jugador fuera alguien especial.

Pero más allá de su riqueza táctica y conocimiento sobre el fútbol, fue un hombre con un don de gente único. Siempre estaba pendiente de los jugadores y de sus familias.

“Siempre pensamos y aún lo pensamos, que antes que el entrenador, era nuestro amigo. Mantenía pendiente de nosotros, de nuestra familia. Decía que en la medida que fuéramos felices en nuestro hogar, las cosas nos iban a salir bien. Un entrenador capaz, con muchísimo carácter, con sensibilidad humana. Asimismo manejaba las situaciones dentro y fuera de la cancha. Para mí, fue un gran DT, pero antes que eso un gran amigo”, mencionó.

Logros de Popović con Deportivo Cali       

Nació en Zemun, Yugoslavia, un 17 de abril de 1935. En su etapa como jugador, fue mediocampista. En 1974 logró la quinta estrella con Deportivo Cali ante su rival de patio: América. Fue subcampeón en 1985 y 1986 con un equipo de ensueño para muchos hinchas.

Un estudioso de este deporte. Cuando no estaba en el edificio España, estaba en el club pensando cómo mejorar su equipo. Vivía para el fútbol. Siempre enfatizaba en la importancia de que su equipo no le diera la posesión al rival. El Cali tenía la técnica del juego para ser dueño de la posesión y así marcar goles.

“Deportivo Cali jugaba a tener más la pelota que el rival. Metíamos paredes, gambeteábamos, tirábamos de afuera, tirábamos centros. Luego nuestro juego se basaba en tratar de llegar en corto o ganar por velocidad y tirar los centros atrás. El profe nunca nos dijo que jugáramos a 1 o 2 toques, sino que interpretáramos el juego. Nos hicimos fuertes, por eso el Cali de la época de Popović, 35 años después, sigue en la memoria del hincha. Fue un Cali que enamoró por su juego”, explicó Angulo.

En el entrenamiento, le gustaba dedicarse a cada jugador para afinar detalles en cada posición.

“Yo jugaba de 9 o de 11. Cuando jugaba de 11 tenía que tapar la salida del lateral. Él me decía: “si usted no quiere tapar la salida del lateral hasta el fondo, tiene que superarlo”. Eso intentaba, cuando jugaba en la banda tenía que ganar 2 duelos de 3”, recordó.

¿Cómo era su relación con el hincha?

Popović era exigente, moría porque el hincha ‘verdiblanco’ saliera contento cada vez que veía al equipo. Para él, era fundamental el respeto por la camiseta y la Institución. Su juego se caracterizó por ser un espectáculo, procuró siempre que los jugadores se prepararan para disfrutar el juego y que en ese disfrute el hincha se gozara su equipo. Así lo logró.

“Uno tiene que prepararse para el hincha, para que se vaya satisfecho. En lo de respetar al hincha, está implícita la disciplina. Lo que más se me quedó a mí de él fue el estar bien para que el hincha se fuera satisfecho”. Así lo mencionó ‘Checho’.

Dicen que la historia le quedó debiendo a ese Deportivo Cali, que mereció mucho más. ¿Cree que es cierto?

“El Deportivo Cali de Popović mereció mucho más. Eso no lo duda la gente de la época, ya son 35 años y hay personas que no les gusta hablar de esto, pero si nos quedó debiendo mucho. Hubo cosas extra futbolísticas que no se comprenden. Me refiero particularmente al arbitraje del señor Leanza, nosotros ganándole a Millonarios prácticamente éramos campeones”.

Y agregó, “esa noche fue descarado al darle un gol a Millonarios con una mano impresionante de Funes. En ese partido el árbitro no actuó como tenía que ser. Después en el 86, en Manizales, nos llevaron a perder un partido que teníamos ganado. Con muchísimo dolor recuerdo eso, pero merecíamos al menos una estrella. Ya pasó, lo importante es que nos quedamos, no solo en la retina del hincha verdiblanco, sino del seguidor del fútbol. En varios países de Sudamérica jugamos y brillamos”, enfatizó.

La huella de Popović en el hincha ‘azucarero’

“Soy rolo y era hincha de Millonarios, hasta que Popović me hizo enamorar del Deportivo Cali y redescubrir la belleza del fútbol. Desde entonces el Cali es mi pasión, lo cual nunca me perdonó mi padre. Lo siento, mi viejo querido, pero uno no gobierna en sus afectos. Creo que ese Deportivo Cali fue precursor del fútbol lírico que nos hizo célebres en el contexto mundial, incluso antes del Nacional de Maturana”. Este es el testimonio de Sergio Gómez, hincha ‘verdiblanco’ que aún guarda en su memoria aquel cuadro ‘verdiblanco’ de ensueño.

A sus 85 años, `Popo` se despidió de este mundo, pero su juego bonito perdurará por siempre en el corazón del hincha del Cali. ‘Jopa, Jopa Vladimir Popović’. Gracias por demostrar que más allá del resultado, está el disfrute de este deporte.

Corresponsal desde Cali

Paula Hernández

En Twitter: @paulandreaher

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