En su niñez, Jorge Rayo era el 10 del equipo del Barrio ‘El Rosario’ de Cerrito, Valle. En un torneo, el arquero titular del equipo salió lesionado y ahí empezó la aventura bajo los tres palos. “Yo no me acuerdo porqué estaba en la banca ese día. Justo el arquero titular se lesionó y me tocó tapar a mí. Ese día le cogí gusto y me quedé ahí, trabajando poco a poco. Cada que yo hacía una volada la gente me aclamaba y me abrazaba. Yo era el ‘chacho’ del pueblo. Después me vio el señor Danilo Girón, a quien le debo todo. Él fue quien nos trajo a varios jugadores a probar en el Cali”.
Sus primeros pasos en el Cali, fueron en la filial del barrio ‘Andrés Sanín’. “Nunca se me va a olvidar que la tierra de esa cancha era amarilla. Cada que me nombran esa historia, ese es el primer recuerdo que se me viene a la cabeza, junto con Don Víctor Celorio. Venir hasta Andrés Sanín desde Cerrito, era bastante difícil.”
Debut de Jorge Rayo como profesional
Para llegar al plantel profesional del Deportivo Cali, Jorge Rayo tuvo que sobresalir. Su competencia era un grupo de 100 arqueros que había en las satélites del equipo ‘azucarero’. “Yo empecé siendo el quinto arquero. Por encima mío había grandes profesionales como Pedro Zape, Carlos Valencia, Héctor Castro y Saulo Hernández”.
La oportunidad de debutar llegó de una manera inesperada. “Pedro Zape le pegó a un árbitro y lo suspendieron 25 fechas. Carlos Valencia se lesionó. Saulo Hernández estaba con la Selección Colombia y Héctor Castro se había fracturado un dedo. El día que debuté, perdimos 4-1 frente a Once Caldas. Terminé en la clínica por un estrellón con Miguelino Asprilla”.
A pesar de la derrota, el episodio más triste para Rayo fue no tener dinero para haber llevado a su padre con él en su debut. “Cómo mi papá no pudo ir ese día, los amigos salieron a decirle que su hijo no era un arquero para el Deportivo Cali. Él lo tomó mal y se emborrachó toda una semana. Lo que más me dolió fue que para la segunda ocasión que me tocaba tapar, mi papá murió el jueves de esa semana. Se fue con esa espinita de que yo no era un arquero para el Deportivo Cali. Yo pienso que él me iluminó toda la carrera”.
El famoso apodo del ‘Antipenal’
Tapó 7 penas máximas en una temporada. Esto lo hizo acreedor de dicho apodo. Sin embargo, para Jorge Rayo esto era algo normal. “Cuando uno está jugando, no es consciente de lo que ha hecho. Me encuentro a la gente en la calle ahora, me dicen que cuando veían que había penal, estaban tranquilos en su casa. Ellos sabían que yo lo iba a atajar y yo nunca sentí eso. Era mi papá quien me iluminaba desde el cielo y me brindaba tranquilidad en esos momentos”.
La táctica del ‘Antipenal’ consistía en pararse en un palo y esperar a ver quién venía a cobrar. “Lo que yo hacía era mirar hacia dónde tenía la mirada el jugador. Cuando usted va a hacer algo, siempre mira hacia dónde lo va a hacer. Si usted va a escribir, lo primero que hace es mirar dónde va a poner el lapicero. Así es el pateador”.
Proceso como formador de arqueros en la cantera azucarera
Tanto en los entrenamientos, como en los partidos, al profesor Rayo le gusta ser un apoyo para sus arqueros. Asimismo, brindarles la seguridad para que confíen en sus habilidades y el trabajo de la semana. “Lo que yo hago es apartar a los arqueros del grupo. Todo el mundo cree que yo voy a decirles unas palabras mágicas, pero no. La meta siempre es atajar tres penales para estar tranquilos y ayudar al equipo”.
Nombramiento oficial en el primer equipo
“Yo me encontraba con mi señora en un centro comercial. Me llamó el presidente para comunicarme la noticia. Es eso que tú siempre esperas que llegue, pero no te lo crees cuando sucede”. Rayo concluyó diciendo que, “Lloré en ese momento, entendí que era la oportunidad de mi vida y realmente no sabía qué hacer. En mi primer día, llegué como si fuera la primera vez en el equipo. Vengo a ratificar todo el trabajo que he hecho con entrega y con vocación en mi trayectoria en el Deportivo Cali”.
Corresponsal desde Cali
Michel Riascos
En Twitter: @michel_riascos