Era de esperarse que con un titular así llegarán algunos más rápido al escrito, unos porque querían ver de cuándo acá opté por el amarillo como mi color para titular y otros, así digan que no, porque el amarillo les encanta, a veces, incluso más que el verde y blanco que dicen querer con el alma, pero ese es otro tema.
Hablemos de lo “detenidos” que están los puntos en calidad de visitantes y que, tras ocho juegos sin ganar por fuera del Estadio Deportivo Cali no es algo para dejar pasar.
Este torneo, para hablar de lo de don Gerardo exclusivamente, hemos tenido partidos de visita de todo tipo, fáciles, enredados, complejos e inexplicables. Nos han remontado un par de veces y otras veces simplemente no nos dejaron jugar o, lo que es más triste, no salimos a buscar contundentemente el resultado al punto de perder los puntos por errores individuales y, para aumentar la pena, sin una reacción de vergüenza al menos en el plantel.
¿Qué será? El talento se queda en casa, podría ser o, lo que es más preocupante, los muchachos no han entendido del todo al profe y se pierden ante la primera dificultad. Ni modo de decir que les falta el aliento de la hinchada porque de boca de ellos mismos ha salido que pueden (y deben) jugar con o sin ellos, actitud “chanta” dirían en Paraguay.
¿Qué será? Falta de concentración o temor. ¿Torpeza? Será falta de seguridad o jerarquía, quizá. Y raro porque trajeron al goleador de la Libertadores y dos estelares que jugaron en Europa, sumado al siempre seleccionado Abel Aguilar, al también seleccionado Camilo Vargas y al resistido Andrés Pérez. ¿Mucho hablar, poco hacer o se les llena de viento el pecho?
Lo cierto del caso es que un equipo que desee aspirar a algo más que entrar a los ocho (porque ganando todo en casa entramos, aunque ya empatamos uno) debemos sí o sí sumar de visita y sí o sí, obligatorio, saber controlar un marcador a favor.
Deportivo Cali está en formación, faltaba mucho trabajo y falta todavía más, seguro, e incluso, recordando las palabras de nuestro vicepresidente en la (nuevamente) fallida asamblea del pasado 16 de marzo, este cuerpo técnico va con el día a día, pero pensando en el segundo semestre. Quiero entender bien ese mensaje y espero que sea orientado a que hay que sumar y jugar con tranquilidad, no a lo que salga y mucho menos a una innecesaria zona de confort, sino a buscar clasificar y un poco más, es, como el Deportivo Cali que somos, un deber y para eso los rivales deben esperar de nosotros que salgamos por los puntos y no a que esperemos a que vengan ellos.
Sé que le vamos a dar la vuelta al tema y que una vez logremos los primeros puntos afuera seguiremos sumando, es un mal de hace rato, no es nuevo, pero por eso mismo urge un revulsivo inmediato, ya no es urgente, debe ser inmediato.
Para lo que queda de marzo: viene Leones el 23, visitamos al Tolima el 27 y recibiremos en el Estadio Deportivo Cali al Santa Fe el día 31. En abril jugaremos Copa Suramericana. Apretado calendario como así misma la necesidad de conseguir afuera lo que logramos en casa, la regularidad es la que nos dará más confianza y calmará, aunque esto no lo puedo asegurar, a los hinchas histéricos. Esperemos.
En Deportivo Cali tenemos con qué, sin duda, Pelusso sabe qué es lo que debe hacer y los muchachos, al menos en casa, hablan su idioma, espero que así mismo lo hagan por fuera, ya es hora, bueno, lo era ante Equidad.
No detengamos el aliento, acompañemos al equipo, siempre, porque lo mejor sigue por venir.
Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá,
Germán Salcedo Cajiao
@germanchos
