Así como en las películas, “tiene tres días para clasificar, tres días, queda advertido”. Sí, a eso llegamos con nuestro Deportivo Cali tras estar, como debe ser siempre, mirando desde lo alto de la tabla. Tres días, de domingo a martes, para seguir sumando y construyendo un buen semestre o, Dios no lo quiera y solo el mal hincha lo desee, mandar el semestre a la estadística y ya.
Tras varios traspiés (cuatro para ser exactos), con un fútbol lejano al deseo verdiblanco (y al fútbol mismo), el equipo no logra regresar a ese punto de lucha, entrega, contundencia y victorias de las fechas anteriores y que, merced al orden y los goles, logramos estar invictos en casa y una racha victoriosa.
Benedetti ya no es Benedetti, Pérez hace rato no es Pérez, Sand es inmensamente extrañado por lo que representa su liderazgo y ejemplar entrega en el campo. Abel se porta como un niño chiquito y el equipo no se encuentra, se gritan un montón, pero no se encuentran.
Don Gerardo, nuestro DT, quien antes tenía respuestas afiladas para cada pregunta ahora prefiere evadirlas, contestar con un tono que obliga al abrazo, al consuelo. Estamos en un punto de quiebre importante, uno en el que debemos darle la vuelta a la tortilla y con urgencia.
¿Qué pudo haber pasado? Hablemos desde las explicaciones y no las excusas. Cantidad de partidos, efecto de la derrota del clásico, cantidad de días concentrados, carga de trabajo, forma de trabajo, capacidad emocional para asimilar las derrotas y el liderazgo, falta de liderazgo.
Hay varias opciones y sin embargo ninguna parece ser lo suficientemente relevante para justificar el bache deportivo que, en medio de un torneo como el nuestro, quizá no afecte, pero para una competencia internacional es mortal.
Pensar positivo, esperar que los muchachos saquen esa casta que tienen y ese porqué son futbolistas, la razón por la que son afortunados en poder ejercer su profesión en el Deportivo Cali. Que tengan cabeza, espíritu y corazón para recordarlo, sentirlo, vivirlo y explotarlo en la cancha.
Tengo fe, siempre la voy a tener, de que las cosas nos van a salir y clasificaremos tanto en la Liga Águila como en la Copa Sudamericana. Confío en que don Gerardo Pelusso se repondrá y cambiará el tono lastimero de la última rueda de prensa por aquel con el que suele “peinar”.
Tenemos tres días, de domingo a martes, hay que mirar para adelante, hacia este futuro cercano, buscando un presente mejor mientras vamos dejando el pasado con sus aprendizajes atrás.
Hay con qué, tenemos con qué y vamos a hacerlo, estoy convencido, ahora tratá de convencerte vos, si querés, y hagamos que eso les llegue a los muchachos. Vamos Cali, vamos carajo. Juntos, fuertes y unidos, con toda, por todo.
Nos vemos en el estadio, nos leemos por acá y aprovechando mayo, “que la fuerza nos acompañe”.
Germán Salcedo Cajiao
@germanchos