Siempre será bueno escalar para lograr un propósito, el querer alcanzar lo trazado es parte del crecimiento en cualquier situación. Una semifinal es ese punto entre haber superado un escollo más y estar a un paso del último objetivo por el cual luchan 20 equipos de primera división; contra Pasto, América logró en la noche del sábado superar el primer escalón que le dé permiso a soñar, superándolo en una apretada serie que se definió con un solo gol.
En esta llave entre ‘Diablos’ y ‘Pastusos’ fue claro que la táctica primó en más de una ocasión, en Cali un pálido empate a ceros (y sin público en las gradas el cual intensificó ‘la modorra’) ambos equipos se dedicaron a no cometer un error que pueda costarle la clasificación a alguno; Apenas lógico por parte de dos técnicos como Flavio y Hernán Torres jugando su serie como si fuese un partido de ajedrez.
Pero de todos modos por más que se jugara a no perder y no cometer errores, tenía que haber un ganador, en la capital de Nariño se jugaron los siguientes 90 minutos que darían el cupo al primer semifinalista de este semestre. América con parte de la hinchada alentando, salió a la grama del estadio Libertad a buscar escalar hacía su sueño; un partido muy estrellado en el primer tiempo, con muchas imprecisiones por parte de ambos equipos y donde se entregaba mal la pelota. Sin embargo, un siempre discutido y resistido Brayan Angulo era quien más intentaba ofensivamente ante la desaparición de los delanteros escarlatas, incluso a él le cometen un penal inmenso que solo el árbitro no vio.
Para la parte complementaria quien toma la iniciativa de arriesgar en su juego es el técnico local y envía armas ofensivas al campo. Eso permitió abrir el partido y más opciones en los arcos, producto de esos espacios por la salida en ataque de Pasto, llega el primer y único gol de la serie por parte de Juan Camilo Hernández a quien por fin se le abre el arco en la liga y marca un gol importante para el semestre de los diablos rojos.
Sobre el final con un elenco pastuso volcado a buscar el empate y un América defendiendo con uñas y dientes el resultado concluye el encuentro que le da paso a los de Cali a la semifinal y enfrentan a su rival de patio la siguiente semana.
Para un equipo que vuelve a primera división, con una nómina limitada, sanciones y varios problemas independiente de como termine, es más que decoroso. ‘la mechita’ y sus seguidores no quieren despertar de su sueño y la realidad que por el momento queda suspendida ante una anestésico remate de semestre que les permite pensar en que están cerca de una nueva estrella… ¿lo lograra? Bueno, tiene un 25% de posibilidades como los otros tres que lo acompañan en carrera. Mesura, que el camino aún tiene terreno que recorrer pero en el hoy la sonrisa del hincha está dibujada.
Obviamente tampoco podemos dejar pasar por alto algunas cuestiones en la casa roja para mantener los pies en tierra. Insisto e insistiré (aunque no es un secreto) que el plantel debe reforzarse de cara al siguiente semestre con buenos elementos que le permitan dejar tranquilo al hincha, no olvidemos que hay otra tabla pendiente y que es mejor hacer la tarea desde temprano. “Si no es sufrido no es América” frase que sigue pasando por generaciones y es una linda muestra de lirismo, pero lo siento, es preferible la tranquilidad y no tentar al diablo así aparezca en el escudo.
Dimayor redujo la sanción anteriormente impuesta con un solo partido por liga (el cual se cumplió en los cuartos de final) aunque las tribunas norte y sur siguen castigadas producto de los actos innombrables del anterior clásico. Sin embargo ahora el obstáculo se traslada hacía la alcaldía que aún se mantiene en su orden de no prestar el Pascual hasta que el club americano no cumpla con los requisitos de seguridad (algo que no solo le corresponde al club de futbol sino también a la administración y la misma policía que al parecer quieren eximirse de responsabilidades). Señor alcalde hay clásico de la ciudad fíjese, al que no le gusta el caldo…
Hasta una próxima ocasión.
Columnista:
Julián Sanclemente
