A hoy, siendo las 8:00 am del tres de mayo, llevamos 54 días de ausencias. Ya son 1250 largas horas sin ver al campeón de Colombia, nuestra pasión. Nadie imaginó que aquella victoria histórica y emotiva lograda por América en Santiago de Chile por la Copa Libertadores, sería el último juego del semestre.
Es normal dejar de ver en acción al equipo. Por ejemplo, desde la fecha 18 del segundo semestre de 2010 (victoria 4-0 a Chicó), hasta la primera fecha del primer semestre del 2011 (derrota 2-0 ante Quindio), pasaron 84 días, o sea 30 días más de lo que actualmente vivimos, pero no es lo mismo.
Cuando no hay fútbol en épocas normales, si hay noticias: quién se va y quién llegará…; llegada y salida de patrocinadores; la nueva indumentaria del equipo para afrontar el naciente torneo, además de los juegos amistosos. ¡Pero en tiempos de pandemia, no! Ahora, los periodistas deportivos y los portales informativos que nos encargamos de vivir el día a día del equipo nos toca conformarnos por revivir efemérides y por estar pendiente de un torneo virtual jugado desde una consola.
Ha sido duro, no lo niego, mucho más en este año del regreso al máximo certamen continental, después de 11 años de fracasos, pero también hay que aceptar que es necesario: la salud estará por encima de cualquier competición y de cualquier actividad. Pero la pregunta que nos hacemos todos los amantes a ‘la pecosa’ es la misma, entonando al salsero Johnny Rivera: ¿Cuándo parará la lluvia en mi corazón?
No se sabe cuándo será el regreso del fútbol en Colombia. Según las noticias y la negativa del Gobierno Nacional a las propuestas de la Dimayor, se puede suponer que no será pronto. Tal vez se termine este semestre y se piense en regresar para finales de junio, con un torneo completamente nuevo, desde ceros. Lo único que nos deja tranquilos a nosotros los americanos, es que somos los vigentes campeones, y tal vez, por qué no, los campeones de todo este año.
Columnista
Juan Manuel García
En Twitter: @DatosAmericanos
