Carolina Rozo, en entrevista con Todas a la Cancha, habló sobre la denuncia de acoso sexual. Esto sucedió cuando ella era fisioterapeuta de la Selección Colombia Femenina Sub 17. También contó cómo vivió desde entonces, su trabajo en ACOLFUTPRO y alzó la voz por las niñas y mujeres del fútbol.
En febrero de 2019, Carolina decidió denunciar ante la Fiscalía a Didier Luna. En ese entonces, director técnico de la Selección Femenina Sub 17, por acoso sexual. Pasó dos años en el proceso hasta que en abril de este año Luna fue condenado a 28 meses de prisión. Esto por injuria por vías de hecho después de haber llegado a un acuerdo y pedir perdón a la víctima. En este tiempo, se le cerraron las puertas laborales hasta marzo cuando se vinculó a Acolfutpro.
Rozo vivió meses llenos de angustias. No solo atravesaba un proceso judicial, sino que convivió con una depresión que aún le dejan secuelas psicológicas. Además de estar terminando un posgrado en Alta Dirección y Gerencia, desde su puesto intenta ayudar y visibilizar a todas las jugadoras colombianas y sus realidades. “Fueron dos años muy difíciles de enfrentar. Un proceso judicial donde la mujer llega como víctima y resulta pidiendo disculpas o, en dado caso, rectificandose contra su victimario. Gracias a Dios mi caso salió bien”.
Hoy, desde la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, coordina todo lo que tiene que ver con el fútbol femenino profesional. Asimismo, busca fomentar el desarrollo de la Liga, velar por los derechos de las mujeres y cuidar los temas contractuales. Su valentía la llevó a denunciar el caso de acoso sexual, y hoy la transmite a otras jugadoras que sufren lo mismo. Muchas temen denunciar por diferentes factores. “A raíz de eso me volví como una referente. Las mujeres me buscan, no solamente del deporte, sino de muchas partes, para que las enrute. Sin embargo, llega el punto en donde ellas dicen: ‘no soy capaz de someterme a un proceso penal. No tengo plata para un abogado, no tengo el tiempo, no sé si tenga las pruebas, si me sirvan’”.
Frente a esto, Rozo afirmó que es una problemática que debe trabajarse a nivel social. Enseñarles a todos que el cuerpo es sagrado y que es algo que involucra a todo el ecosistema del fútbol. No es algo solamente de las víctimas, sino de los padres y entrenadores también. “Hay que enseñarles a las niñas que nuestro cuerpo no debe ser tocado a menos que tú lo quieras. Que los entrenadores tienen que verse, no como una figura de papá, sino como una figura de respeto que nos enseña. Mas no darle esa familiaridad. Muchos padres han dado toda su confianza para que esta persona cuidara a las jugadoras mientras las estaba acosando y vulnerando. Los papás estaban confiados en la casa de que estaban bien”.
Siguiendo con esta idea, insistió en que hay que denunciar judicialmente, así no sea fácil. “Independientemente que el sistema judicial opere de esta forma, entre más denuncias lleguen penalmente, van a mejorar. Se abre la brecha y seguramente más adelante las políticas se van a reformar. Este tipo de delitos van a ser más fuertes y van a tener condenas mucho más fuertes”. Carolina cerró con un mensaje muy claro.“Hay que denunciar. No solo una denuncia pública, sino ante la justicia. Si nos unimos, todas las cosas van a mejorar”.
La unión hace la fuerza. Si todas las mujeres se unen y denuncian, para Carolina Rozo, se pueden tener mejores condiciones laborales en todos los aspectos. En la entrevista revivió todo el proceso desde su denuncia hasta el fallo de la justicia. Además, reflexionó sobre la actualidad del fútbol colombiano y sus organizaciones. También hizo un llamado para que el fútbol femenino deje de ser una obligación y sea tomado en serio. Finalmente, habló sobre el papel importante que juega el periodismo en esta lucha.
Nota completa:
Corresponsal desde Buenos Aires
Ana Caicedo
En Twitter: @anitacaicedoh95
